dissabte, 9 d’agost del 2008

ALEMANIA Y AUSTRIA. HISTORIAS PARALELAS

Hemos de recordar que Napoleón dejó su impronta en los estados alemanes y en la propia Austria. Francia se anexionó la orilla izquierda del Rin y la incorporó al imperio francés, y tanto Prusia (Tratado de Basilea de 1795) como Austria (Tratado de Lunéville, en 1802), tuvieron que aceptarlo. Francia borró el Sacro Imperio romano-germánico en 1805, cuya corona ostentaban los emperadores austriacos y en sustitución del mismo creó la Confederación del Rin, con estados alemanes cuyas casas reales habían emparentado con la dinastía Bonaparte.
Pero la obra napoleónica tuvo una existencia efímera y murió con la derrota de Napoleón ante las potencias europeas que volvieron a instaurar el antiguo régimen.
El Congreso de Viena de 1815, con el canciller austriaco Metternich a su cabeza, trató de reestablecer el dominio de Austria en Alemania, creando una confederación de treinta y ocho estados con una dieta común a todos ellos, formada por delegados de los respectivos gobiernos y presidida por Austria. Metternich deseaba, a toda costa, impedir cualquier evolución hacía ideas unitarias y constitucionales en Alemania, en un afán de preservar el orden monárquico y la jerarquía aristocrática. Para tales fines sería necesario el entendimiento entre las dos grandes potencias alemanas: Austria y Prusia.
La influencia de Metternich logró frenar las reformas en Prusia (inspiradas en los logros revolucionarios franceses), pero no frenó la influencia de este estado en el norte de Alemania. Prusia, empujada por las circunstancias (debido a la gran afluencia de productos ingleses en el mercado alemán), fue la pionera en unificar tarifas aduaneras en todo el territorio prusiano, y aplicar unas tarifas reducidas en el conjunto de la confederación (1818). Tras vencer las dificultades que le presentaron los estados del sur, Prusia logro constituir una unión aduanera (Zollverein) en 1834 que abarcaba toda Alemania excepto Hannover, las ciudades hanseáticas y Austria. Las diferencias entra Austria y Prusia seguían aumentando, y la vieja potencia europea veía como Prusia quería ocupar su papel.

Las revoluciones de 1848 en Alemania motivaron la constitución de gobiernos liberales; pero no afectaron a las monarquías, con la excepción de Baviera, donde Luis I tuvo que abdicar en favor de su hijo Maximiliano II. En Prusia, la actitud ambigua de Federico Guillermo IV obligó al monarca, tras unas sangrientas jornadas en marzo, a aceptar la reunión de una nueva dieta unificada y de un parlamento elegido por sufragio universal.
La revolución tomó un cariz nacional y liberal, llegándose a crear un parlamento provisional (el Vorparlament) alemán, el cual se reunió en la Paulskirche de Frankfurt (mayo de 1848), formado principalmente por notables e intelectuales, aunque no controló la administración de los asuntos de cada estado y menos aún las fuerzas armadas de cada nación. La opinión de este parlamento se dividió muy especialmente cuando el canciller austríaco Schwarzenberg exigió la entrada de toda la monarquía austríaca en el Reich (en un futuro imperio alemán). De este modo el parlamento se dividió entre los partidarios de la "pequeña Alemania" (liberales y protestantes) liderados por Prusia y de la "gran Alemania", liderados por Austria (católicos y demócratas), la cual proponía la creación de una vasta y laxa confederación. Finalmente, el trono imperial y hereditario del Reich se ofreció al rey de Prusia (noviembre de 1848), el cual lo rechazó temeroso de que el reino de Prusia quedará diluido en este nuevo imperio. Este rechazo provocó, en un breve plazo, la disolución del parlamento.

Todo ello llevó al fracaso de la revolución. Hay autores que afirman que este fracaso de debió a los errores de los intelectuales y a la falta de preparación de las masas y la pasividad de los campesinos, que una vez abolidos los derechos feudales se desinteresaron de la política. La gran mayoría de autores afirman, no obstante, que el fracaso se debió, en realidad, a causa del temor que suscito en la burguesía dominante la irrupción de reivindicaciones sociales (y el miedo a la creación de la denominada "república roja"). La burguesía, así, prefirió un compromiso con las antiguas clases dirigentes, cediéndoles el poder político si quedaban a salvo sus intereses económicos.

Nota: el mapa muestra, en azul, el reino de Prusia y el resto de estados alemanes, incluyendo Austria, como miembros de la confederación alemana.

dissabte, 19 de juliol del 2008

LA CIUDAD LIBRE DE CRACOVIA/REPÚBLICA DE CRACOVIA













A finales del Siglo XVIII, Cracovia pasó a formar parte de la provincia de la Galitzia austriaca, incorporándose a esta corona que ya, con anterioridad, había participado en el reparto de Polonia junto con Rusia y Prusia. En el año 1794 se inició una revolución en la ciudad (llamada insurrección Kosciuszko, por quien estaba dirigida), que fue aplastada por el ejercito prusiano, aliado de Austria, el cual saqueó el tesoro real de la ciudad.
La situación siguió igual hasta el año 1809, en que Napoleón estableció el Ducado de Varsovia como estado independiente, aunque nación títere de los intereses franceses, el cual incluía el territorio de Cracovia en sus limites.
Tras la derrota de Napoleón ante las potencias europeas, se celebró el Congreso de Viena (1815), para trazar el nuevo mapa de Europa, entre otras cosas. Dicho Congreso dio luz verde a la creación de la Ciudad Libre de Cracovia (también llamada República de Cracovia), a la vez que reestablecía la partición de Polonia entre Austria, Prusia y Rusia.
Al nuevo estado se le impuso la neutralidad y que su política exterior estuviera dirigida por las potencias que lo crearon (Austria, Prusia y Rusia). Así el 18 de octubre de 1815 nacía un nuevo estado en Europa, y esa fecha quedo fijada como su Fiesta Nacional. La extensión territorial de la Ciudad Libre era de poco más de 1200 Km2, que fueron desgajados del antiguo Ducado de Varsovia creado por Napoleón I, y sus fronteras lindaban, como no, con el imperio austriaco, el reino de Prusia y el imperio de los zares.
Las tres potencias garantes dotaron al país de una constitución a la medida de sus propios intereses, en la cual se estableció un sufragio restringido para la elección de sus representantes al Senado y a la Cámara de Representantes. Ejercían el derecho a sufragio: profesores de universidad, maestros, artistas, clero secular, directores de fábricas y talleres, y comerciantes y propietarios importantes (que al menos, de contribución, pagaran 50 zlotys). A los candidatos a ambas cámaras se les exigían estudios universitarios (cursados en universidades polacas); dicha exigencia no se aplicaba a los antiguos funcionarios del Ducado de Varsovia ni a los miembros que eran designados directamente por Austria, Rusia y Prusia.
En el año 1846 estalló una rebelión en la ciudad de Cracovia de tintes nacionalistas. Como dicha rebelión se extendió a otros territorios de la Galitzia, llevo a Austria a intervenir militarmente para sofocarla. Tras la victoria de las tropas imperiales, Austria creó el Gran Ducado de Varsovia, incluyendo en él a Cracovia e incorporando el territorio a su provincia de Galitzia, con lo cual desaparecía como estado independiente la breve ciudad libre de Cracovia.
Tras la derrota austriaca en la guerra austro-prusiana (1866), y de la mano del emperador Francisco José I, se concedió a la ciudad un gobierno municipal y a toda la provincia de Galitzia una cierta autonomía, permitiendo el uso del polaco en el gobierno autónomo y la creación de una dieta provincial. Al ser el imperio austriaco más benevolente con las regiones polacas que sus vecinos prusianos y rusos, Cracovia se convirtió en un importante centro cultural y símbolo nacional polaco.
Durante la Primera Guerra Mundial, los habitantes de Cracovia lucharon junto a Austria y Alemania contra Rusia, ya que las primeras dieron esperanzas a los polacos de crear un estado independiente en los territorios polacos ocupados por los rusos. Tras la Guerra (1918), y con la derrota de Austria-Hungría, el Tratado de Versalles creo una Polonia independiente tras más de un siglo de inexistencia de la nación polaca, en territorios que habían pertenecido a Austria (Galitzia), Rusia y Alemania.

NOTA: Primera imagen: Grabado de Cracovia en el siglo XVIII. Abajo a la izquierda: imagen de Cracovia en 1493. Abajo a la derecha: mapa de la Ciudad Libre de Cracovia, tras su creación.

dissabte, 12 de juliol del 2008

KRONEN/KORONA DE AUSTRIA-HUNGRÍA



























En el año 1892 el Banco Central Austro-Húngaro sustituyó el antiguo Gulden/Forint por las Coronas (Kronen en Austria y Korona en Hungría), como parte de la adopción al patrón oro llevada a cabo por el secretario de finanzas imperial Sánder Werhele. Esta unidad monetaria fue la vigente hasta la disolución del imperio, tras la guerra, en el año 1918.

El valor que se le adjudico fue el de 2 coronas equivalían a un florín; ambas monedas coexistieron durante unos años, hasta el 1900 en que sólo tuvo valor la corona.

Es de destacar que esta nueva unidad monetaria, no sólo adopto los nombres en alemán y húngaro, sino que también adoptó nombre en cada uno de los idiomas que se hablaban en el multinacional imperio:

Österreichisch-ungarische Krone (en alemán) (en alemán)
osztrák-magyar korona (en húngaro) (en húngaro)
corona Austro-Hungarica (en latín) (en latín)
Rakousko-uherská koruna (en checo) (en checo)
korona austro-węgierska (en polaco) (en polaco)
корона (en ucraniano) (en ucraniano)
corona austro-ungarica (en italiano) (en italiano)
krona (en esloveno) (en esloveno)
kruna (en croata) (en croata)
круна (en servio) (en servio)
coroană (en rumano) (en rumano)

Durante la Primera Guerra Mundial, la moneda sufrió una gran devaluación y no sólo por la guerra en si misma, sino por la política seguida por el gobierno que consistió en imprimir tanto papel moneda como dinero necesitaba para sus gastos, logrando la mayor inflación de todos los países combatientes.

Tras la Guerra, y con la aparición de nuevos estados herederos de los territorios imperiales, la corona continuó circulando por esos territorios, aunque cada estado se dedicó a estampillar los billetes para convertirlos en "moneda nacional". El primero en adoptar el método del estampillado fue el nuevo reino de los Servios, Croatas y Eslovenos (que luego sería Yugoslavia), en enero de 1919; le seguiría Checoslovaquia en febrero de 1919 y la propia Austria en marzo de ese mismo año.

La gran inflación tras la guerra, en Austria, conllevo a un aumento de precios sin precedentes históricos, y es que en agosto de 1922 los precios al consumo era 14.000 veces superiores a los de antes de la guerra.

El 2 de enero de 1922 empezó a operar el ÖSTERREICHISCHE NATIONALBANK en Austria, para sustituir al antiguo Banco Central Austro-Húngaro que ya había entrado en proceso de liquidación. El 20 de diciembre de 1923 Austria adopta como nueva moneda el Chelín (10.000 coronas equivalen a un chelín). Hungría también sustituyo la corona por el Pengó el 24 de enero de 1927 (12.500 coronas equivalen a un pengó). En el reino de los servios, croatas y eslovenos, se sustituye en 1920 la corona por el dinar (1 dinar equivalen a 4 coronas).

NOTAS: arriba, billete de la parte austriaca con el estampillado tras la guerra (Deutschosterreich), para limitarlo al territorio de la república de Austria. La imagen central muestra un billete de 100 coronas de la mitad austríaca y la imagen inferior una moneda de igual valor de la mitad húngara

Agradecimientos: a Dot, por su colaboración en la creación de esta entrada.

dimarts, 8 de juliol del 2008

GULDEN/FORINT AUSTRO-HÚNGAROS


En el Imperio Austro-Húngaro, las finanzas eran únicas en todo el territorio imperial, sin que existiera dualidad entre ambas mitades del territorio.

El Banco Central Austro-Húngaro era el encargado de emitir tanto las monedas como los billetes (papel moneda) de curso legal. Desde 1754 (aún imperio austríaco) hasta 1892 (ya en vigor la monarquía dual) la unidad monetaria era el denominado Gulden en la parte austriaca : "Gulden de Österreichish-Ungarische", o Forint en la parte húngara : "Forint dez Osztrák-Magyar",(también era denominado, en determinados momentos, en su nombre latino: florint). Esta denominación, como ya hemos apuntado, perduró hasta 1892, en que fue sustituido por la Corona/Korona.

El Gulden/Forint se subdividía en los denominados Kreuzer/Krajczár, y hasta el año 1857 un Gulden/Forint equivalía a 60 Kreuzer/Krajczár, fecha en que se introdujo la equivalencia de 1/100 en lugar del 1/60.

El estándar de valor del Gulden/Forint era de 2/3 de plata. Los Kreuzer/Krajczár era de cobre. Durante las guerras contra el imperio otomano y el napoleónico, la moneda llego a devaluarse hasta el extremo de que 12 Gulden/Forint equivalían a un estándar de 6 Gulden/Forint plata. Después de 1814, con la victoria de las potencias europeas frente a Napoleón, la moneda volvió a su anterior paridad.

Austria adoptó el nombre de Gulden para la moneda, porque con esta denominación circulaba una unidad monetaria importante en toda la Alemania Meridional. Hungría adoptó el nombre de Forint de la ciudad de Florencia, donde circularon los primeros florines.


NOTAS: de derecha a izquierda: forint húngaro y gulden austriaco.

Agradecimientos a Dot por su labor de investigación para este artículo.

diumenge, 29 de juny del 2008

LA TRANSLEITHANIA


























La Transleithania era la parte Húngara del Imperio. En ella, tan sólo, Croacia tenía una cierta autonomía territorial; las demás partes del Reino: la Voivodina, Transilvania y los Confines Militares, habían dejado de existir como entidades territoriales autónomas. El sistema electoral en Hungría (elecciones para su parlamento, los comitatos y los municipios), se basaba en el sufragio censitario, a la vez que también exitian unos diputados que no eran elegidos (los llamados virilistas). Hungría era un estado tremendamente tradicionalista, y su gobierno recaia en los grandes propietarios y en la nobleza. Políticamente los húngaros se dividian en los llamados partidos liberales produalistas magiares (a favor de la monarquía dual y que ostentaban el poder desde hacia años), y en partidos no dualistas, entre los cuales destacaba el partido kosutista. En este reparto de poder, los pueblos no magiares de la Hungría histórica apenas tenían representación alguna en los estamentos políticos. De todas maneras, antes de firmarse el pacto del dualismo con Austria, el parlamento húngaro aprobó una serie de medidas para dotar de ciertos derechos a las lenguas no magiares, pero dichas medidas nunca se pusieron en practica, y con el establecimiento de la monarquía dual se hizo incapie en la magiareización de todo el territorio. La mitad de la población de Transleithania no hablaba húngaro, y las políticas encaminadas a expandir esta lengua funcionaron a medias: se logró con bastante éxito en la ciudades, pero en el campo fracasó rotundamente. Debido a ello, Budapest trato a toda costa de impedir que se creara una burguesía no magiar e incluso de un despertar intelectual no magiar, para impedir que se despertara una conciencia política entre los campesinos que hablaban otras lenguas.

Nota: Primera foto: parlamento de Hungría en Budapest. Arriba, a la derecha : corona y joyas de San Esteban, símbolos de la nación húngara. Abajo: mapa de la Hungría historica.

divendres, 13 de juny del 2008

MUERE EL ÚLTIMO SOLDADO DEL IMPERIO AUSTRO-HÚNGARO



La semana pasada se pudo leer en varios periódicos nacionales que había muerto Franz Künstler, que había sido el último soldado del emperador austro-húngaro. Tal como apareció publicado en La Vanguardia, este hombre fue testigo de un mundo en continua transformación debido a las dos Guerras Mundiales. Nació en Soost el 24 de julio de 1900, en el antiguo reino de Hungría (hoy parte de Rumanía).
Bajo sus pies, se desmoronó el imperio Austro-Húngaro y de las cenizas del cual surgieron nuevos estados y muchos otros incrementaros sus territorios con los despojos de dicho imperio.
El artículo mencionado nos indica que vino al mundo como ciudadano austro-húngaro (cierto, aunque más bien húngaro); y nos indica que la corona del imperio recaía en Francisco José, y como súbdito suyo fue reclutado en febrero de 1919, cuando faltaban aún nueve meses para que concluyera la Primera Guerra Mundial. Pero estos datos no son del todo correctos, ya que el emperador Francisco José había fallecido falleció en 1916, siendo coronado posteriormente como emperador de Austria y rey de Hungría Carlos I; por lo tanto fue reclutado en nombre del emperador Carlos y no de Francisco José.
Continua diciendo que sirvió en el primer regimiento de Artillería y destinado al frente italiano.
La derrota de las potencias centrales (Austria-Hungría, Alemania, imperio Otomano y Bulgaría), llevó aparejada la desaparición de aquel conglomerado que era el imperio Austro-Húngaro, que devino, con el tiempo, en varios estados independientes. Bien, algunos estados herederos del imperio son en la actualidad estados soberanos pero hay otros que tan sólo adquirieron territorios a costa del derrumbe del imperio. Los actuales estados soberanos son: Austria, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina y Croacia. Los otros estados que se anexaron territorios fueron: Italia, Serbia, Rumanía, Polonia y Ucrania.
Tras la Guerra, Franz Künstler siguió conservando la nacionalidad húngara y lucho contra los comunistas, siendo soldado hasta 1921. En 1942 fue reclutado por el ejercito nazi (Hungría fue aliada de la Alemania nazi), y sirvió en 1942 como correo en Ucrania. La nueva derrota de Hungría no le permitió volver a casa, ya que Künstler era de origen alemán y el nuevo gobierno húngaro lo expulsó del país (junto con la minoría germana que habitaba en Hungría). Se instaló en Niedrstetten (en Baden-Württemberg, Alemania). Trabajó como guía del museo de caza del Scholoss (castillo) Haltenbergstetten. En 1946 adquirió la nacionalidad alemana.
La derrota de las potencias centrales en la Primera Guerra Mundial y de Alemania y sus aliados en la Segunda, han impedido que los veteranos combatientes puedan recibir honores en sus fallecimientos (como ocurre en los países que ganaron la guerra).
Según indica el artículo citado, parece que aún quedan trece personas que conocieron los horrores de la Primera Guerra Mundial. Con la desaparición de Künstler se va el último soldado del emperador, y con él parte de la historia. Con la muerte del viejo súbdito de su majestad imperial y real, se entierra un poco la memoria colectiva del que fue el imperio multinacional de Austria-Hungría

P.S.: Primera foto: artillería austriaca. Abajo Franz Künstler

divendres, 6 de juny del 2008

EL CONGRESO DE BERLÍN


Es importante, en la historia del imperio de Austria-Hungría, la celebración del Congreso de Berlín de 1878. En ese año se reunieron las grandes potencias europeas, para decidir, entre otras cosas, el destino del antaño poderoso y ahora decadente imperio Otomano. La decadencia otomana había conllevado la independencia de varios estados balcanicos. Los intereses de Austria-Hungría, una vez relegada de Alemania (tras su derrota ante Prusia y la creación del imperio alemán con la exclusión de Austria, al vencer las tesis pequeño-alemanas), se habían dirigido hacía los Balcanes, y por ello envío a Karolyl a defender los intereses austro-hungaros en dicha zona (en la foto, es el primero a la izquierda de los tres personajes centrales; en medio esta el representante del zar de Rusia, Shuvalov, y a la izquierda Bismarck que representa a Alemania). En este congreso se reconoció la independencia de varios estados balcánicos, los cuales, a su vez habían ganado territorios al imperio otomano, pero en Berlín se resolvió devolver algunos de estos territorios al derrotado imperio otomano. A su vez, a Austria-Hungría se la autorizó a ocupar Bosnia-Herzegovina. Los otros grandes estados europeos, Francia y Gran Bretaña, también consiguieron algunas ganancias territoriales a expensas del vacilante imperio otomano.
El Congreso de Berlín terminó, pues, en un difícil compromiso que llevaba en sí la semilla de futuros conflictos. Como hemos dicho antes, Austria consiguió el control de Bosnia-Herzegovina, una zona de alto valor estratégico en los Balcanes, pero no le dio derecho a ocuparla de forma permanente (aunque luego se la anexaría unilateralmente en 1908). Serbia, que le fue negada una salida al mar al crearse el estado de Albania (gracias a las presiones de Austria-Hungría para no beneficiar a Serbia) y no se la tuvo en cuenta con el tema de Bosnia-Herzegovina, se dedico a una intensa campaña nacionalista entre la población serbocroata en dichos territorios y en otras provincias de la monarquía dual. Bulgaria fue privada de acceso al mar Egeo y a Macedonia, con lo cual creo el germen del rencor contra sus vecinos y las grandes potencias europeas (excepto Rusia y Serbia). Rumanía (cuya creación formal fue en el año 1878, tras unirse los principados de Moldavia y Valaquia ) tuvo que ceder Besarabia a Rusia, la cual había perdido el control de Constantinopla. La enemistad de Austria-Hungría y Serbia fue constante hasta la Primera Guerra Mundial, ya que ambas se enfrentaban en su expansionismo e intereses balcánicos.