divendres, 6 de juny del 2008

EL CONGRESO DE BERLÍN


Es importante, en la historia del imperio de Austria-Hungría, la celebración del Congreso de Berlín de 1878. En ese año se reunieron las grandes potencias europeas, para decidir, entre otras cosas, el destino del antaño poderoso y ahora decadente imperio Otomano. La decadencia otomana había conllevado la independencia de varios estados balcanicos. Los intereses de Austria-Hungría, una vez relegada de Alemania (tras su derrota ante Prusia y la creación del imperio alemán con la exclusión de Austria, al vencer las tesis pequeño-alemanas), se habían dirigido hacía los Balcanes, y por ello envío a Karolyl a defender los intereses austro-hungaros en dicha zona (en la foto, es el primero a la izquierda de los tres personajes centrales; en medio esta el representante del zar de Rusia, Shuvalov, y a la izquierda Bismarck que representa a Alemania). En este congreso se reconoció la independencia de varios estados balcánicos, los cuales, a su vez habían ganado territorios al imperio otomano, pero en Berlín se resolvió devolver algunos de estos territorios al derrotado imperio otomano. A su vez, a Austria-Hungría se la autorizó a ocupar Bosnia-Herzegovina. Los otros grandes estados europeos, Francia y Gran Bretaña, también consiguieron algunas ganancias territoriales a expensas del vacilante imperio otomano.
El Congreso de Berlín terminó, pues, en un difícil compromiso que llevaba en sí la semilla de futuros conflictos. Como hemos dicho antes, Austria consiguió el control de Bosnia-Herzegovina, una zona de alto valor estratégico en los Balcanes, pero no le dio derecho a ocuparla de forma permanente (aunque luego se la anexaría unilateralmente en 1908). Serbia, que le fue negada una salida al mar al crearse el estado de Albania (gracias a las presiones de Austria-Hungría para no beneficiar a Serbia) y no se la tuvo en cuenta con el tema de Bosnia-Herzegovina, se dedico a una intensa campaña nacionalista entre la población serbocroata en dichos territorios y en otras provincias de la monarquía dual. Bulgaria fue privada de acceso al mar Egeo y a Macedonia, con lo cual creo el germen del rencor contra sus vecinos y las grandes potencias europeas (excepto Rusia y Serbia). Rumanía (cuya creación formal fue en el año 1878, tras unirse los principados de Moldavia y Valaquia ) tuvo que ceder Besarabia a Rusia, la cual había perdido el control de Constantinopla. La enemistad de Austria-Hungría y Serbia fue constante hasta la Primera Guerra Mundial, ya que ambas se enfrentaban en su expansionismo e intereses balcánicos.

4 comentaris:

Dot ha dit...

Hem recorda molt la actual situació en els Balcans, unicament que algunes potències han deixat el relleu a unes altres. La história sempre torna a repetir-se, és curiós.

Dot ha dit...

Tens un post homenatge al meu blog. ;)

desiree ha dit...

Caramba gente,quan eruditos y sabios en la materia,,me extraña no os presenteis a cifras y letras o saber y ganar o la ruleta de la fortuna,,,que desaprovechamiento de mentes intelectuales,xD,,,os forrariais....podriais compartir y filosofar con gente de vuestra altura y rango,,,,,,,si hasta se hacen homenages........and the Oscar goes to......?????

Anònim ha dit...

Un gran treball es nota una vocació periodística i histórica.
Felicitacions