dijous, 9 de juliol del 2009

ALEMANIA Y KAKANIA TRAS EL CONGRESO DE VIENA DE 1814-1815


Escudo del Imperio Austro-Húngaro


Una de las consecuencias directas de las decisiones del citado congreso y que seria decisivo para una futura Alemania fue el hecho de que Prusia perdiera sus anteriores posesiones polacas y ganase unos territorios que actualmente son la Renania del Norte y Westfalia. De este modo Prusia se germanizó y se abrió a Occidente, más tarde lograría lo que en un futuro sería el área industrial alemana y logro conectar Alemania occidental y Alemania oriental.
También, tal y como se ha dicho en otros posts, la Confederación Alemana fue la sucesora del Sacro Imperio Romano-Germánico y fue fundada en la ciudad alemana de Francfort, ya que era en esta ciudad donde se elegían a los monarcas alemanes en la antigüedad. Esta Confederación estaba formada por treinta y nueve estados independientes, algunos de los cuales, como Baviera, Baden y Württemberg, se correspondían ya prácticamente con los estados federales de la actualidad, aunque la Baja Sajonia actual se llamaba Principado de Hannover, la Renania del Norte/Westfalia era prusiana y Essen estaba dividido en el Principado de Essen y el Gran Ducado de Essen. También estaban en dicha Confederación el Principado de Waldeck y el Ducado de Brunswick, ambos estados independientes. Los territorios austriacos, incluida la actual República Checa (Bohemia), también pertenecían a la Confederación Alemana. Pero tanto Prusia como Austria poseían inmensos territorios situados fuera de la Confederación Germánica. Prusia tenía en su poder Prusia occidental y Prusia oriental, así como la provincia polaca de Posen. Austria, por su parte, no hacía honor a su nombre ("Österreich": Imperio Oriental), pues al inicio de la época del nacionalismo y la democracia, era propiamente un ente imposible: se la llamaba indistintamente Austria-Hungría, La Monarquía de los Habsburgo, la Doble monarquía, la Monarquía del Danubio, o, como la llama Musil en su novela "El hombre sin cualidades", KAKANIA (de "K y K": Kaiserlich-Königlich, o lo que es lo mismo: imperial-real). Además de los territorios alemanes y bohemios/Checos, Austria poseía lo que hoy en día es Hungría, Eslovaquia, el sur de Polonia, Eslovenia, Croacia, el noroeste de Rumania (Transilvania), Bukovina, el sur de Tirol y luego también Bosnia.
Austria dio la independencia a Bélgica, la cual se uniría a Holanda (con el fin de crear un estado más fuerte ante una eventual agresión francesa), aunque ambas naciones finalmente se enemistarían entre ellas y Bélgica volvería a independizarse en 1830. Las otras potencias europeas garantizaron la neutralidad belga, aunque sería violada por el imperio alemán en la I Guerra Mundial.


Bandera de Austria-Hungría

No hay que olvidar que para Austria-Hungría los movimientos nacionalistas, incluidos los de los estados alemanes, eran puro veneno porque amenazaban su propia existencia. Por ese motivo hasta el año 1848, año en que se produjeron las revoluciones del 48, el astuto Canciller austríaco Metternich se dedicó de lleno a ahogar todos los movimientos nacionalistas y democráticos que se produjeron en el seno de la Confederación Germánica. Debemos recordar, por los anteriores posts, que Alemania sólo podía alcanzar su unidad nacional incorporando a Austria o echándola. Conviene recordar que a estas dos soluciones se las llamó, respectivamente, "gran Alemania", a la posición de Austria de crear un gran estado alemán que incluyera a todos los estados alemanes y a Austria y a su imperio, y "pequeña Alemania", tesis defendida por Prusia que excluía a Austria de Alemania.

La Santa Alianza (creada por las potencias vencedoras tras derrotar al emperador Napoleón I), y con especial hincapié Austria, seguía obstaculizando la unidad nacional de Alemania, y de esta manera el nacionalismo alemán fue adquiriendo, de forma paulatina, un talante frustrado, lleno de resentimiento y malicioso. Tras el fracaso de la revolución liberal de 1848, en la que nacionalismo y democracia todavía se fortalecían mutuamente, quedó preparado el terreno para la separación del nacionalismo alemán de la tradición democrática. Tengamos presente que esta separación ocurrió tan sólo en Alemania, ya que para los ingleses y los franceses, el Estado nacional y la democracia serán una misma cosa, y su propio nacionalismo creará las bases para desarrollar su democracia.